lunes, 6 de julio de 2009

Modelo femenino para Aries

Como todo signo zodiacal, Aries además del modelo de Marte que es marcadamente masculino, debe contener un patrón de comportamiento femenino no en vano Plutón-Hadés tiene una regencia femenina o interna en este signo.


Marte nace de la unión entre Deus piter y Deus meter, es decir entre Dios Padre y Diosa Madre o lo0 que es lo mismo Júpiter y Démeter. De la misma unión, es decir de los mismos padres, nace Kore la joven, que luego será la esposa de Hadés. Quizás para muchos este nombre no le diga nada, pero Kore la joven, que es la personificación de la primavera, cambiará de nombre cuando la rapte Hadés. Entonces se llamará Perséfone y más tarde Prosepina, quizás por estos nombres se la conozca mejor.

Repasemos un poco la primera parte, la parte de Aries que es el mito más conocido. Cuenta el mitólogo Emilio Genest que Kore con sus ninfas no pensaban ni en los hombres ni en la gloria, se dedicaban a retozar entre ellas, a divertirse danzando y siempre estaban sonrientes. Eran unos seres muy vitales que adoraban la vida, especialmente la primavera. Se las podía ver jugeteando como locas, se hacían coronas y cinturones de flores por las que sentían una pasión infantil, eran seres encantadores y divertidos. Adornaban sus vestidos con flores azafrán, iris y jacintos. -Estos adornos nos permiten decucir que estaban muy activas al principio de la primavera.- Kore reunía a sus ninfas y se lanzaban en grupos, cogidas de las manos, corriendo locamente, y después se tendían sobre el césped perfumado y llenaban sus cestas de rosas y violetas.


Fué precisamente la contemplación de este espectáculo ingenuo y delicioso el que atrajo a Hadés. Cuenta la leyenda que un día Kore se hallaba junto a varias ninfas de su cortejo tomando un baño y retozando en la orilla de un pequeño lago que hay en el centro de Sicilia y al verlas Hadés se sintió tremendamente apasionado y se lanzo sobre el grupo de ninfas.

Todas las ninfas corrieron a buscar refugio en los bosques cercanos, locas de miedo y horrorizadas por la presencia del dios, todas huyeron depavoridas, todas buscaron refugio menos Kore, que no movió ni una pestaña pues estaba en lo suyo, muy entretenida mirando y absorbiendo el aroma de una bella flor de narciso.

La distraída Kore iba a cortar la flor cuando sintió que alguien la tomaba en sus brazos y se la llevaba. Para defenderse no tenía la pobre otras armas que los gemidos y la lágrimas. ¿Cuantas llegó a derramar y que gritos de desespero salían de su corazón? Pero sus lamentos y gemidos en vez de ablandar el corazón de su raptor, lo apasionaban más e incrementaban su deseo hacia la diosa, al final de este capítulo, Kore, extenuada por el dolor y el miedo, se desvaneció en los brazos de Hadés. Cuando se despierta ya no es más Kore, a partir de ese momento se llamará Perséfone.

A partir del rapto, Perséfone tuvo que cambiar de ambiente durante un tiempo, y se encontró rodeada por la corte del Hadés que estaba compuesta por un pequeño grupo de divinidades infernales. Así que fue compañera de la tres Parcas, una de ellas llamadas Cloto, la que tiene una rueca con lana, seda y oro para hilar los días de la vida del hombre, las otras dos le ayudan en la tarea dando vueltas al uso para sacar el hilo y otra las corta con una tijeras; indicando de este modo el nacimiento, la duración y el fin de la vida del hombre. Se las conocen con el nombre de parcas por que lo son en conceder un instante de vida más de lo decretado.

También estuvo en compañía del Furor que tenía la cabeza ensangrentada, el rostro desfigurado, rodeado de armas y despedazando cadenas. Igualmente la acompañó el Odio, mordiéndose los labios con una sonrisa pérfida, pero simulada.

Estuvo con la Hipocresía, cubriéndose con una máscara de aspecto benigno el rostro maligno y feo. Durante un tiempo se acompañó de la Traición, un ser sonriente que llevaba un ramo de olivo en la mano derecha y escondiendo con la otra un puñal. También estuvo con la Venganza, ocultando entre rosas una antorcha humeante y algunas serpientes enroscadas. Entre toda la corte de su raptor también se hallaba la Muerte, favorita hasta entonces de Hadés, vestida con un manto de crespón negro salpicado de estrellas y en su mano derecha una guadaña.

De este repaso a su mitologia podemos extraer un modelo que ha de tener unos patrones de comportamiento naturales y otros que han podido quedarse adheridos a causa de su roce con otros modelos o al menos ha tenido conocimiento y por lo tanto conciencia de que es lo que son estas cuestiones.

Las carreras alocadas cogida de la manos de un grupo de ninfas, del mito de Kore, sugiere un modelo de conducta muy espontáneo, fresco y de comportamiento optimista, activo y divertido.

“Kore con sus ninfas no pensaban ni el los hombres ni en la gloria” Este modelo femenino en su primera parte de la vida, adopta un modelo de conducta que tiene poca inclinación hacia asuntos con los hombres, en su juventud es ajena a ambiciones de gloria y de conquista romántica, este arquetipo le inclina corretear con su grupo, a jugar y divertirse sin importarle demasiado otros temas.

“Se tendían sobre el césped perfumado y llenaban sus cestas de rosas y violetas.” De este párrafo se puede deducir que el modelo femenino de Kore busca el solaz, la paz y el sosiego fuera de las ciudades, que le gusta la naturaleza, que ama las flores, los colores y los aromas que desprenden. Quizás por ello tienen un olfato muy sensible. El olfato es primer sentido, el más profundo de los sentidos, el quinto sentido, el más próximo al sexto sentido que es la intuición. Quizás este arquetipo por tener mucho olfato, tenga buenas posibilidades para despertar ese sexto sentido.

“Todas las ninfas corrieron a buscar refugio en los bosques cercanos, locas de miedo y horrorizadas por la presencia del dios, todas huyeron depavoridas, todas buscaron refugio menos Kore, que no movió ni una pestaña pues estaba en lo suyo, muy entretenida mirando y absorbiendo el aroma de una bella flor de narciso.”

Todas huyen pero el modelo femenino de Aries, no. Ni se le ocurre pensar que tiene o que debe huir de nada, ella está en lo suyo, oliendo el aroma del narciso.
El narciso es un símbolo asociado a este modelo, lo que significa que posiblemente en la mujer Aries haya un atisbo de lo que significa el narciso.

-Por si acaso alguien lo olvidado os narraré el mito de Narciso:

Narciso era un joven hermoso, hijo del rio Cefiso y de la ninfa Liriopa. Cuentan que este muchacho era indiferente a los sentimientos amorosos que despertaba en las ninfas. Al parecer Cupido acumulaba muchos fracasos con el mancebo y desesparado ya de tanto revés, urdíó un castigo muy especial. Un día cuando Narciso estaba dormido bajo un árbol a la orilla de un estanque, Cupido le clavó una saeta de oro y le atravesó el corazón.

-Supongo que sabéis que Cupido tiene dos tipos de flechas, unas de oro y otras de plomo. Al que le clava una flecha de oro se enamora locamente de la primera persona que ve y al que el clava una flecha de plomo le hace todo lo contrario y siente un profundo desprecio por la primera persona con la que se encuentra-
Pues a Narciso le clavó una flecha de oro y al despertar, fué a lavarse la cara con el agua del estanque y vió su rostro reflejado sobre el agua cristalina, al verse quedó enamorado locamente de sí mismo. Al final los dioses se apiadaron de él y lo transformaron el la flor llamada narciso.-

Quizás el modelo de Aries, femenino o masculino encierre un cierto grado de narcisismo, pero al mismo tiempo es un modelo que adora la vida que son seres encantadores y divertidos que no huyen por despiste y que al mismo tiempo acaban por oirse sus gritos de desespero o sus lamentos y gemidos
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Este patrón puro, que no se puede dar en ninguna persona plenamente, pienso que también sería notable en las féminas que tienen a Plutón en los ángulos, junto al Sol o recibiendo un aspecto derrado de este planeta. Si el aspecto es suave, este patrón se integrará con facilidad, pero si el aspecto de Plutón es tenso, es posible que me reclamen por mi atrevimiento.